Psicología del Niño - La visión del Jean Piaget

 

Psicología del Niño - La visión del Jean Piaget

Jean Piaget es una figura clave en la psicología del desarrollo, gracias a su interés por entender cómo los niños adquieren conocimientos y desarrollan habilidades de pensamiento. Su enfoque se centra en el desarrollo cognitivo, considerando el aprendizaje como una construcción activa en la que los niños estructuran su comprensión del mundo mediante experiencias, en lugar de ser receptores pasivos de información. Piaget fue pionero al observar directamente a los niños y estudiar sus respuestas y comportamientos, lo que le permitió identificar patrones en su desarrollo cognitivo que diferían de los adultos.

El objetivo de Piaget era desentrañar cómo los niños forman sus estructuras mentales, proponiendo una teoría de etapas que describe la evolución de sus habilidades de pensamiento a medida que crecen. Según su teoría, cada etapa representa un nivel cualitativamente distinto en la capacidad de razonamiento, y estos niveles no pueden ser acelerados, ya que se construyen de forma secuencial. Su teoría ha sido fundamental en el campo de la educación y la psicología, proporcionando bases para métodos de enseñanza que respetan el ritmo natural del desarrollo cognitivo infantil, promoviendo así un aprendizaje más efectivo y significativo.

Piaget divide el desarrollo cognitivo en cuatro etapas, cada una caracterizada por habilidades específicas que los niños adquieren a medida que maduran. La primera es la etapa sensorio-motora (0-2 años), donde los bebés exploran el mundo a través de sus sentidos y acciones. Durante esta fase, aprenden el concepto de permanencia del objeto y, al final, comienzan a mostrar intenciones, indicando su habilidad para realizar actividades dirigidas a un propósito.

La segunda es la etapa preoperacional (2-7 años), en la que los niños desarrollan la capacidad simbólica, permitiéndoles usar palabras e imágenes para representar objetos. Sin embargo, su pensamiento sigue siendo egocéntrico, lo que dificulta la comprensión del punto de vista de los demás. Aunque pueden realizar operaciones mentales básicas, aún no comprenden el concepto de conservación, por el cual entienden que la cantidad de un objeto se mantiene, aunque su apariencia cambie.

La tercera es la etapa de operaciones concretas (7-11 años), cuando los niños desarrollan un pensamiento lógico y organizado en relación con objetos concretos. En esta fase, comprenden la conservación y la reversibilidad, siendo capaces de clasificar objetos y entender relaciones de causa y efecto, aunque su pensamiento sigue limitado a experiencias directas.

La última etapa es la de operaciones formales (11 años en adelante), en la que los adolescentes alcanzan un pensamiento abstracto y lógico que les permite razonar sobre conceptos hipotéticos y resolver problemas complejos. En esta fase, pueden formular hipótesis y pensar en posibilidades futuras, lo que es clave para el razonamiento científico y caracteriza el pensamiento maduro. Según Piaget, esta etapa completa el desarrollo cognitivo y permite una comprensión avanzada del mundo.

Piaget introdujo términos como esquema, asimilación, acomodación y equilibrio para explicar cómo los niños construyen su comprensión del mundo mediante experiencias activas. Un esquema es una estructura mental que organiza y facilita la interpretación de la información. Desde temprana edad, los niños desarrollan esquemas básicos, como succionar o agarrar, que amplían a medida que interactúan con su entorno.

La asimilación y la acomodación son fundamentales para la evolución de los esquemas. La asimilación es el proceso por el cual el niño incorpora nueva información en sus esquemas existentes. Cuando esta nueva información no encaja, ocurre la acomodación, que implica ajustar los esquemas para incluir conocimientos nuevos. El equilibrio es el estado de armonía entre asimilación y acomodación. Al enfrentarse a información nueva, el niño ajusta sus esquemas para restaurar el equilibrio, logrando así una adaptación cognitiva.

Para Piaget, el aprendizaje es una interacción dinámica entre el niño y su entorno, donde cada experiencia añade nueva información a sus esquemas mentales. Este proceso de construcción activa permite que el niño adapte sus conocimientos en función de las experiencias vividas y las situaciones que enfrenta. La exploración activa, al observar y manipular el mundo que los rodea, es fundamental, ya que permite a los niños formular preguntas, probar hipótesis y comprender el concepto de causa y efecto.

La resolución de problemas también es esencial, ya que desafía al niño a encontrar soluciones y a aplicar sus esquemas, facilitando los procesos de asimilación y acomodación. Este enfoque fortalece el pensamiento crítico y la creatividad, además de preparar al niño para adaptarse a nuevas situaciones.

Para Piaget, el desarrollo cognitivo es un proceso en el que el niño construye su conocimiento interactuando activamente con el entorno. A diferencia de teorías que ven el aprendizaje como una transmisión de información, Piaget sostiene que el niño es un agente activo en su propio desarrollo, ajustando sus conceptos a medida que acumula experiencias.

A través de la asimilación y la acomodación, el niño ajusta sus esquemas mentales, adquiriendo una comprensión más profunda del mundo. Esto permite que el conocimiento se desarrolle progresivamente, equipándolo para enfrentar futuros desafíos con una base más sólida.

Este enfoque también resalta la importancia de la autonomía y el aprendizaje experiencial. Para Piaget, el niño debe experimentar y equivocarse para comprender plenamente, fomentando así el pensamiento crítico y la capacidad de resolución de problemas. En este proceso de descubrimiento, el niño construye su entendimiento del mundo, preparándose para un entorno en constante cambio.

Jean Piaget revolucionó la psicología infantil al proponer que los niños construyen activamente su propio conocimiento. Su teoría, estructurada en etapas de desarrollo, describe cómo las habilidades de pensamiento se vuelven cada vez más complejas, basadas en la interacción continua con el entorno. Estas ideas han sido esenciales para entender las capacidades cognitivas de los niños en cada etapa y han sentado una base sólida para investigaciones posteriores.

Su legado también ha influido profundamente en la educación moderna. Su enfoque ha promovido métodos de enseñanza centrados en el aprendizaje a través de la exploración y la resolución de problemas, respetando el ritmo individual de cada niño. Además, su trabajo ha inspirado investigaciones en neurociencia cognitiva y psicología evolutiva, consolidándolo como una figura clave en la comprensión del desarrollo del pensamiento humano.

Bibliografía:

Piaget, J. (1920). Psicología del niño. [Ebook]. MORATA, S. L. PSICOLOGÍA DEL NIÑO- PIAGET-INHELDER · Capitulo 1.pdf - Google Drive

 

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